¿Conoces los distintos tipos de muestras que podemos recibir en el laboratorio?
Al laboratorio nos llegan diferentes tipos de muestras como pueden ser: sangre, suero, plasma, orina, hisopos con y sin medio, tejido, líquido cefalorraquídeo, médula ósea… Dependiendo de la prueba que se desee llevar a cabo.
En nuestro catálogo, se puede encontrar el tipo de muestra necesaria para la realización de cada prueba, por ejemplo:
El tipo de muestra va a depender del tipo de equipos en los que se realiza el test de manera automatizada, la técnica que se vaya a utilizar y los tipos de reactivos que se vayan a emplear.
Dentro de las muestras de sangre, la más analizada de forma general por tratarse de una muestra «fácil» de obtener y que aporta mucha información del estado del paciente, debemos tener en cuenta que es importantísimo el uso de sustancias conservantes llamadas anticoagulantes, ya que una vez extraída la muestra de sangre, esta tiende a coagularse si no se emplean estas sustancias. Su función es unirse, inhibir o inactivar diferentes sustancias o factores que intervienen en la coagulación.
La elección del anticoagulante adecuando viene determinada por el tipo de equipo o test que se quiera realizar. Una mala elección de éste, puede alterar la técnica y que no obtengamos un valor real del parámetro a analizar.
Hay ciertas muestras que presentan requisitos especiales de conservación y de envío al laboratorio, como pueden ser:
- El conservante
- Que llegue congelada o refrigerada al laboratorio
- Protección de la luz
Plasma VS Suero
Es importante saber la diferencia entre las muestras de suero y plasma, pudiendo ser ésta una de las mayores dudas que nos encontramos en el día a día.
Cuando dejamos reposar la sangre o centrifugamos la muestra, obtenemos la separación de las células sanguíneas del suero o plasma, el cual está compuesto por un 90 % de agua, un 7 % de proteínas, y el 3 % restante por grasa, glucosa, vitaminas, hormonas, oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno, además de productos de desecho del metabolismo como el ácido úrico.
La diferencia está entre si se ha empleado anticoagulante:
CON ANTICOAGULANTE: Obtenemos el plasma, que contiene los factores de coagulación.
SIN ANTICOAGULANTE: Se forma el coágulo de sangre y obtenemos el suero, el cuál no contiene los elementos de la coagulación, ya que estos han intervenido en la formación del coágulo de sangre.
Con cualquier cuestión, por favor no dudéis en contactar con nosotros. Como siempre, para todo el equipo es un placer echaros una mano.